El exministro de Economía, Martín Guzmán, criticó el programa económico del Gobierno, del que aseguró que «está agotado» y «nos convierte en timberos en vez de en productores». Además, remarcó que todo apunta a la dolarización, algo que sería «tremendamente malo para la Argentina», porque «rompería los tejidos productivo y social».
«Hay un modelo económico que ya está agotado. Me refiero a la dolarización que todavía no ocurrió, y que es hacia donde apuntan. El esquema fiscal que había planteado el Gobierno, junto al esquema monetario y cambiario, iban a redundar en una recuperación rápida de la economía después de la caída, y la inversión iba a motorizar el crecimiento. Nada de eso está ocurriendo y las expectativas cambiaron. Ahora tenemos inestabilidad e incertidumbre«, explicó, en diálogo con Radio con vos.
«Cada cosa que se va intentando se revela estéril, porque lo que termina mandando es la economía real. Si no aumenta la productividad, siempre terminas teniendo problemas. Escasez de divisas, inestabilidad. Lo que sostiene la no demanda de dólares es la recesión. Pero para que haya un círculo virtuoso la economía tiene que estar pujante, y eso no va a pasar», subrayó. Para el exministro, «este plan termina rompiendo la economía real, y no ordenas haciendo eso».
Consultado sobre los efectos del anuncio del Gobierno del fin de semana, sobre modificaciones en el mercado de cambios para alcanzar la «emisión cero total», Guzmán señaló que «es un paliativo de hípercorto plazo sobre la brecha, que tiene un montón de otros costos y que genera más volatilidad de la cotización del dólar». «Eso es malo para todo el mundo», enfatizó.
Además, definió que el accionar del Ejecutivo «genera una economía en la que nos volvemos todos timberos, no productores. Eso no funciona. Del lado productivo está mal, del lado del consumo está mal. Está todo mal».
El plan económico apunta a la dolarización
Para el economista, todo apunta a la dolarización, lo que significaría «profundizar este camino de daño al tejido productivo». «Si no hay pesos, no hay demanda, con la dolarización la falta de incentivos para producir se profundiza. Cuando el tejido productivo se rompe, se rompe el tejido social. El narcotráfico y la inseguridad se vuelven problemas más grandes. Ese es el país hacia donde no quiero que vayamos», detalló.
«La dolarización generaría mayor dependencia estructural con algún agente externo, especialmente el FMI. Si Trump es presidente, no le costaría nada hacer un préstamo político a Argentina. No me sorprendería que hubiera otro«, anticipó, en relación al crédito otorgado en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri.
«Veo que el plan hoy es aguantar. Se va a complicar a partir de enero, con pagos de deuda. A partir de entonces, tenés que tener otra cosa, y creo que va a ser la dolarización, que sería tremendamente mala para la Argentina, para la gente, para el sistema productivo y tenemos que estar maduros como sociedad para dar esa discusión«, concluyó.