«Los libertarios me tienen alquilado», admite Martín Tetaz, entre risas, en una charla con La Nación desde Pinamar. El diputado nacional por la Ciudad suele ser blanco de las críticas del propio Presidente o de sus voceros digitales. No se ofende. Se ríe. Juega con eso.
«Usan las redes como un dispositivo de medios. Este mismo dispositivo hoy está también reforzado por granjas de bots y además, desde la asunción de Elon Musk, el algoritmo cambió por completo. Hoy el Presidente puede ganar cualquier discusión en redes. Tiene perfil internacional. Postea algo y cuenta con 50 millones en el mes de visualizaciones. No tiene comparación con nada. Y aún sacándolo de la discusión, a todos los otros perfiles políticos les cuesta mucho más viralizar contenido que antes, por cómo cambió la dinámica, por cómo cambió la lógica política, por todo», dijo Milei, en diálogo con Juan Francisco Gallarino desde la Costa Atlántica.
Tetaz explica por qué si a Javier Milei «le va bien», la oposición -sobre todo, la UCR y el PRO- tienen «más chances en lo que sigue después»: «Si Milei logra conseguir la estabilidad macroeconómica, ya no tiene nada más para ofrecer a la sociedad más allá de eso. Él no hubiese ganado en otras condiciones de inestabilidad como la que había en Argentina. Milei es hijo de Massa y del descalabro de la gestión de Massa. Prometía dolarización y estabilización, algo que la gente compró. Y mientras tanto, del otro lado tenías a un economista egresado de Harvard que decía no ser economista [por Horacio Rodríguez Larreta] y una exministra de Seguridad que si la sacabas de ese terreno hacía agua [por Patricia Bullrich]».
Ahora, una vez que resuelva el problema de la inflación, ya no tiene más nada que hacer. Ganaría igual la próxima elección porque la gente le agradecería haber terminado con la inflación. Pero después ya está, ya me diste la estabilidad. ¿Y ahora qué? No me podés ofrecer nada más. En infraestructura menos, ya se retiró. No hay ninguna política de Estado. De hecho, lo que él propone es destruir cualquier política de Estado, porque es anarcocapitalista. Filosóficamente, no creen que el Estado pueda mejorar la vida de la gente en ninguna actividad, más allá de la defensa exterior, la seguridad o la justicia. Como digo yo, es el ‘Estado del club de fútbol’, porque es el Estado de Defensa y Justicia», fundamenta el diputado.
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