El juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda se mostró preocupado por la democracia y las instituciones, al participar de un homenaje que le realizó el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
- Al iniciar su discurso, sostuvo que quería referirse a un tema en el cual veía «nubarrones en el horizonte».
«Hay un tema sobre el que veo nubarrones en el horizonte y me preocupa seriamente», resaltó el magistrado.
«Hace poco tiempo atrás, cuando se entregó el Premio Nobel de Economía, sorprendió que ese premio se le entregó a dos personas que habían escrito sobre la importancia de las instituciones en el desarrollo económico. Yo creo que todos los que hemos velado por las instituciones nos hemos sentido representados en ese momento, porque hasta entonces había una creencia de que el desarrollo económico solo dependía de las buenas políticas económicas«, evaluó Maqueda.
Al respecto, sostuvo: «Estos grandes autores nos dicen que lo que importa son las instituciones y la calidad de las instituciones. Temo por las instituciones. Existe en el mundo una preocupación mayor por los resultados que por los métodos para alcanzarlos».
«La democracia no es solamente una forma de gobierno, es una forma de vida y hasta una religión. Yo soy un institucionalista y por eso me preocupo por la realidad actual. Pareciera que la diferencia entre democracia y autocracia tiene límites difusos».
«Yo estoy preocupado en este momento porque veo un mundo desorganizado y, a través de ese mundo desorganizado, muchas incertidumbres. A diferencia de cuando éramos jóvenes y la democracia era casi sagrada, cuando uno ve el mundo, ve que se van debilitando las instituciones de la democracia y realmente eso generó mucha preocupación», agregó el juez de la Corte, que está próximo a jubilarse.
«Inclusive, en Estados Unidos el Poder Judicial luce debilitado. La Corte Suprema norteamericana ha dado una interpretación que le da vía libre a los presidentes en sus gestiones. Han retrocedido casi 60 años», señaló Maqueda.
«Debemos reivindicar al Poder Judicial y legislativo, aunque sean molestos porque imponen límites al Poder Ejecutivo».