Desde hace meses, Ricardo Quintela recorre el país con el objetivo de reunir los apoyos para disputar la conducción del Partido Justicialista. Necesita la firma de cinco autoridades partidarias provinciales para ser candidato en las elecciones del 17 de noviembre. El gobernador de La Rioja tiene asegurados los apoyos de Salta, Misiones y San Luis, mientras espera por Neuquén.
Con Cristina Fernández de Kirchner “dispuesta a aceptar el desafío de debatir en unidad”, los primeros apoyos confirmados para Quintela llegaron desde el Norte Grande. Anclados en el “federalismo”, Misiones y Salta se encolumnaron con la candidatura del mandatario que recorre el país reafirmando su convicción de trabajar construir “una propuesta donde las provincias se sientan parte”.
El panorama norteño no es fácil por las particularidades propias del territorio. Con el PJ intervenido en Corrientes y Jujuy, la apuesta a no arriesgar la unidad provincial se impone en la estrategia de Catamarca y Tucumán. Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo podrían contarse dentro de un eventual armado que discuta el liderazgo de la dos veces presidenta, pero las estructuras partidarias son conducidas por Lucía Corpacci y Juan Manzur. La exgobernadora es muy cercana a Cristina y el tucumano terminó más cerca de ese sector porque Jaldo se convirtió al peronismo libertario.
La cautela de Jaldo es tal que decidió no recibirlo cuando la gira federal del riojano pasó por su provincia. “Yo me puse a disposición de lo que él pueda necesitar en su estadía en nuestra provincia, pero él venía como candidato a presidente del PJ y no como gobernador”, argumentó.
Las elecciones que definirán la nueva conducción del justicialismo a nivel nacional serán el 17 de noviembre. De no mediar modificaciones en el calendario, el plazo para la inscripción de las listas vence el 19 de octubre.
Para participar, se debe contar con un 2% del padrón nacional, que tiene un total de 3,2 millones de personas afiliadas, según el registro de 2022. Ese porcentaje se tiene que logar con afiliaciones de al menos ocho distritos diferentes y debe contemplar a la par de la firma de cinco presidentes de partidos a nivel provincial.
En su recorrida por el país, Quintela sabe que el primero de esos requisitos es alcanzable, aunque con CFK pidiendo pista, el desafío está en juntar los avales de las fuerzas distritales que, en gran parte, son conducidos por sectores cercanos a la expresidenta.
Los avales para Ricardo Quintela
En el entorno del riojano dan por sentado el apoyo del peronismo neuquino, cruzado por una fuerte interna pero conducido por Darío Martínez, que estaba al lado de Quintela este viernes en el momento en que el gobernador reafirmó su candidatura tras el lanzamiento del operativo que puso a CFK en carrera. Sin embargo, este lunes el silencio del PJ de la cuna de Vaca Muerta sembraba dudas en el campamento del gobernador norteño.
Otro aval podía llegar también desde San Luis, donde Alberto Rodríguez Saá desarrolla su propia estrategia para sostenerse en la conducción puntana.
Después perder las elecciones puntanas por primera vez desde 1983, el PJ provincial elegirá autoridades el 24 de noviembre. El exgobernador, que enfrentó a CFK en las presidenciales de 2007 y 2011, ya avisó que lo cuenten para la pelea. Sobre la tardenoche de este lunes, el PJ puntano confirmó su apoyo a la cruzada del riojano con la nota firmada por su titular, María Angélica Torrentegui.
Quintela sostiene que mantendrá su candidatura, aunque aceptó estar dispuesto a dialogar con la expresidenta, en un marco amplio en el que participen el resto de los gobernadores y los sectores que integran el justicialismo a nivel nacional.