El primer aniversario del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre ha empezado igual que lo hizo aquel día: con el lanzamiento de varios cohetes desde la Franja de Gaza. Un año de combates abiertos con el Ejército israelí y miles de milicianos muertos después no han impedido al grupo palestino devolver a la sociedad hebrea a los refugios antiaéreos durante unos instantes. Mientras, en Israel, la ciudadanía celebra actos conmemorativos para recordar a las víctimas del mortal ataque, en Gaza no tienen tiempo para lamentar a sus muertos, ya que la guerra continúa. Además, también en Líbano, han seguido los bombardeos israelíes, con especial violencia sobre los suburbios sureños de Beirut.
Durante la mañana de este trágico aniversario, Hamás ha conseguido lanzar cohetes hacia el sur y el centro de Israel, muy cerca de Tel Aviv. Varias personas han resultado heridas como resultado. Esta tarde las familias de las víctimas de los ataques del 7 de octubre se reunirán en el parque HaYarkon de Tel Aviv para una ceremonia conmemorativa.
Aunque se esperaba que decenas de miles de personas acudieran, la escalada de la ofensiva militar israelí en Líbano ha provocado que el Comando del Frente Interior limite el número de personas que se pueden reunir. También en el sur de Israel, en las ciudades de Ofakim y Sderot, que sufrieron la violencia de Hamás aquel día, celebrarán su propia ceremonia. Al final del día, otra ceremonia conmemorativa del Gobierno grabada previamente desde Ofakim será retransmitida, pese a la negativa de muchos familiares de rehenes y víctimas a participar.
Hamás ha indicado que la vida de los rehenes israelíes depende de las decisiones del Gobierno del país hebreo, señaló el portavoz del movimiento palestino, Abu Obeida, en un videomensaje.
«Le decimos al pueblo de la ocupación que podría haber recuperado a sus prisioneros hace un año si hubiera convenido a las ambiciones del [primer ministro hebreo, Benjamín] Netanyahu», expresó Obeida.
«Israel ha demostrado ser frágil»
El líder de Hamás, Khaled Mashal, ha declarado este lunes que las acciones del grupo el 7 de octubre «demostraron el progreso de todas las fuerzas de resistencia [contra Israel] y el fortalecimiento de sus capacidades». «La ‘inundación de Al-Aqsa’ [nombre de la operación de Hamás de aquel día] ha devuelto a Israel al punto de partida y lo ha enfrentado a un dilema existencial, con muchos israelíes deseando abandonar su país», ha celebrado Mashal. Por su parte, Hizbulá, enfrascado en una guerra abierta contra Israel tras un año de enfrentamientos transfronterizos, también se ha pronunciado. «A pesar de la brutalidad y la agresión de la ocupación, Israel ha demostrado ser frágil e incapaz de sobrevivir sin el apoyo estadounidense», ha dicho el grupo libanés en un comunicado.
«El pueblo palestino tiene pleno derecho a resistir la ocupación israelí por cualquier medio necesario para reclamar sus derechos legítimos y poner fin a la ocupación», ha añadido. A lo largo de la mañana, al menos 35 cohetes han sido lanzados hacia el norte de Israel sin provocar víctimas mortales ni heridos. El domingo, al menos 10 personas resultaron heridas después de que cohetes lanzados desde el sur de Líbano impactaran en la ciudad de Haifa, una de las principales ciudades norteñas, a 30 kilómetros de la frontera. Fue la primera vez que la ciudad portuaria era atacada desde que comenzó la guerra en Gaza hace un año.