El sector agropecuario argentino atraviesa un complejo momento financiero. Dos de sus principales actores, Los Grobo y Agrofina, ambas pertenecientes al Grupo Los Grobo, han anunciado su incapacidad para hacer frente a sus obligaciones financieras, entrando así en default.
En una comunicación oficial a la Comisión Nacional de Valores (CNV), las empresas informaron que no pudieron honrar el pago de un pagaré bursátil por US$100.000, vencido el 26 de diciembre, y anticiparon dificultades para cumplir con otros vencimientos programados hasta marzo de 2025 por US$ 10 millones adicionales.
Este Grupo de origen familiar es propiedad en un 90% por el fondo Victoria Partners, y Gustavo Grobocopatel, conocido como «el rey de la soja» mantiene el 10% restante de las acciones, junto a su hermana Matilde.
Según las empresas, la principal razón es la creciente iliquidez del mercado de pagarés bursátiles para compañías del sector agropecuario, sumada a problemas en la cobranza de créditos y dificultades financieras de una empresa vinculada.
Impacto y consecuencias
Este default de Los Grobo y Agrofina genera una gran preocupación en el sector agropecuario y en el mercado financiero en general. Las consecuencias de esta situación podrían ser múltiples:
- Mayor dificultad para acceder al financiamiento: Otras empresas del sector podrían enfrentar mayores dificultades para obtener financiamiento, lo que podría afectar sus operaciones y limitar sus inversiones.
- Incremento de la incertidumbre: La situación genera una mayor incertidumbre en el sector, lo que podría desalentar a los inversores y afectar la confianza en el mercado.
- Presión sobre el sistema financiero: El default de estas empresas podría generar tensiones en el sistema financiero, especialmente en aquellas entidades que tienen una mayor exposición al sector agropecuario.