El ex viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, habló de cómo ve a la economía de Javier Milei, a pocos días de que se cumpla 1 año de su asunción.
Sus frases más impactantes.
Hacer un ajuste fiscal en el primer mes de gobierno. Bajar el déficit cinco puntos del PBI, y sin entrar en eso de los otros diez puntos como dice el Presidente, ha sido algo muy importante.
Todos los candidatos más o menos decían que había que ir por ahí, punto más o punto menos, incluso con otra composición en el ajuste… nada, había que bajar el déficit fiscal y Milei hizo el ajuste de una.
Ha sido gratamente llamativa su movida.
Milei es el primer presidente que ajusta con ganas y con alegría.
Milei cuanto más ajusta mejor se siente y eso facilita la tarea de Luis Caputo. Eso alinea a toda la tropa y es un mensaje muy potente.
Porque todos los gobiernos, de derecha o izquierda, peronistas o radicales, militares o democráticos, todos han tenido presiones políticas y en algún momento los ministros aflojan ante las demandas de aumentar del gasto.
Ahora, ¿tener un presidente que es el primero en pararse y decir no a los pedidos? Para un ministro de Economía es la panacea.
Massa era político, ministro de Economía y candidato a presidente.
Milei es, de todos los presidentes, el que más se convenció del equilibrio fiscal.
Eduardo Duhalde delegó todo el manejo económico en Lavagna y que Roberto se pasó casi todo el tiempo diciéndole que no a los pedidos de aumentos. Después vino Néstor Kirchner y las cosas cambiaron cuando empezó a meterse en las tareas de Roberto hasta que finalmente lo echó.
Eso fue el inicio de una debacle que vivió la Argentina en los últimos años y creo se profundizaría con Cristina Kirchner. Pero me estoy metiendo en otro tema…
En 2005 se votó una ley con el fondo anticíclico. Vimos la experiencia de Noruega, Chile y otras más. Llegamos a tener US$ 47.000 millones de reservas netas, esas mismas que hoy son negativas. En 2007 era un momento macroeconómico especial para hacer un modelo que resistiera y la situación era tan sólida que no importaba quién ganara. Ganó Cristina Kirchner y al día siguiente no pasó nada en los mercados.
Hoy en cambio si gana Cristina se va todo al demonio.
Si el escenario es que la gente piensa que Milei pierde las elecciones y gana Cristina olvídese: salen todos mañana a primera hora a comprar dólares. Súbitamente cae la demanda de pesos y sube la de dólares.
Cuando se está en una situación como la actual son los flujos lo que importan. Pero cuando suceden los shocks pasan a importar los stocks, empezaremos a ver cuántas reservas hay y no cuántos dólares compra el Banco Central a diario al término de cada jornada. El shock es un cambio súbito en el humor y en las expectativas de los mercados donde la gente quiere más dólares y menos pesos. Importa un rábano que la situación fiscal esté en equilibrio.
En septiembre la imagen del Presidente cayó. Pero en octubre subió y las variables financieras se recuperaron.
No tiene piso el riesgo país. Creo que llegará a 600 puntos básicos rápido pero si las cosas van bien bien llegará a 300 puntos. Y quizá no ahora, pero si Argentina crece y tiene siempre superávit fiscal el riesgo país bajará de 300. No hay un piso de hierro.