El desempleo siguió disminuyendo y quedó en 6,2% en el segundo trimestre, lo que implicó que se ubicara en mínimos desde 2015 y 0,7 puntos por debajo del mismo período del año pasado. La explicación de la baja no fue por una mejora en el empleo, ya que se mantuvo sin variaciones y en 44,6%, aunque dentro de sus máximos históricos. En cambio, la justificación principal fue la baja de la tasa de actividad, que cayó 0,3 puntos hasta quedar en 47,6%, aunque también en niveles históricamente altos. Los números correspondieron a la previa de las PASO y siguieron dando cuenta del contexto de búsqueda de ingresos extra por parte de las familias, en el marco de la aceleración inflacionaria.
Durante el primer trimestre del año, el desempleo ya se había contraído un 0,1% a nivel interanual, con una baja que se profundizó en los tres meses siguientes hasta el 6,2%, lo que significó que unas 137 mil personas dejaran de estar desocupadas. Esta reducción fue consecuencia de un achicamiento en la tasa de actividad, debido a un menor porcentaje de personas que participan en el mercado laboral, ya que no hubo un incremento en la tasa de empleo, sino que se mantuvo en 44,6%, mismo valor del segundo trimestre de 2022.