El consumo de carne vacuna en los primeros diez meses de 2024 se ubicó en el nivel más bajo desde 1996, por efecto tanto de la caída del poder adquisitivo de la población como de un aumento de las exportaciones, que alcanzaron el mayor escalón desde 2020.
El último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el consumo per cápita entre enero y octubre cayó un 11,2% en relación con el mismo período de 2023, aunque con mejoras en la comparación mensual.
La carne, por debajo de la inflación
Al respecto, octubre tuvo un consumo por habitante de 47,2 kilos por año, superior a los 42,6 kilos/año de los primeros meses del año, con una mejora que acompañó la desaceleración de la inflación y un incremento de los principales cortes cárnicos por debajo del nivel general de precios.
En ese sentido, mientras el Índice de Precios la Consumidor (IPC) tuvo en los primeros diez meses un alza del 107%, el precio promedio de los cortes de carne aumentó un 33%.
No obstante, ese rezago suele revertirse en los últimos meses del año por cuestiones estacionales, por lo que habrá que esperar hasta enero de 2025 para contar con los datos consolidados de este año y comprobar si el descenso respecto de 2023 es mayor o menor al 11,2% de los primeros diez meses.
Asimismo, la industria frigorífica logró aumentar la producción en octubre, alcanzando las 290.000 toneladas res con hueso, generando un repunte en la faena, que ascendió a 1,27 millones de cabezas, el nivel más alto en quince meses.
Por su parte, las exportaciones alcanzaron en septiembre a 60.200 toneladas, el nivel más alto desde finales de 2020.
China continúa siendo el principal destino de la carne argentina, aunque su participación en las exportaciones cayó al 68,4%. En contraste, Israel y Estados Unidos incrementaron sus compras, en torno al 10,1% y 40,9% respectivamente.