Coca Cola: Los consumidores eligen segundas marcas

La situación es comprensible para los vacíos bolsillos de los argentinos, por la inflaciòn descontrolada y el «plan» econòmico del presidente Milei, en las grandes cadenas de supermercados no se consigue una unidad de 2,25 litros de Coca-Cola tradicional por menos de 2.200 pesos.

El colmo lo graficó en un posteo el conductor televisivo Horacio Cabak que antes del ballotage que llevó a la presidencia a Javier Milei, compartió en su cuenta personal de X, la foto de una Coca de 2,25 litros en venta en una góndola de un supermercado por 2.383,50 pesos.

Mientras que las latas tradicionales de la gaseosa de 473 cc, se expenden por un precio cercano a los 800 pesos, los consumidores consultados expresaron a Iprofesional que «no creen que los aumentos de su bebida preferida se detengan», según afirmó Laura Muñóz en un súper de cercanía del barrio de Mataderos.

Silvia Giordano en un supermercado del barrio de Flores afirmó, mirando azorada la góndola con los precios, «…con tres chicos voy a tener que comprar una segunda marca porque no alcanza para todos. Ya habían aumentado a fin de año y esto no se detiene«.

La consumidora se refería al aumento anunciado por la compañía luego de la elección presidencial de fines de octubre cuando notificó a los comercios de todo el país que subiría sus precios un 35% de golpe en toda su línea de productos.

 los bolsillos de los maltratados consumidores argentinos no son tan profundos como para albergar tanto dinero y la recesión, que para muchas familias ya se instaló en sus vidas cotidianas, podría generar una crisis de consumo como sucedió a fines de 2019.

En ese entonces, la secretaría de Trabajo del ministerio laboral nacional recibió la carpeta con el pedido de un procedimiento preventivo de crisis (PPC) de la embotelladora, Coca-Cola Femsa, para su planta del barrio porteño de Pompeya, para «readecuar la fuerza de trabajo a los niveles actuales de producción» según se explicó en ese entonces.

La idea de los ejecutivos de la compañía era reducir cerca del 10% de los 600 empleados de la planta situada sobre la avenida Amancio Alcorta.

Coca-Cola Femsa es un joint venture entre la casa matriz ubicada en la ciudad de Atlanta, EE.UU. y el grupo mexicano Femsa. De capital abierto, sus acciones cotizan en las bolsas de México y Nueva York. A pesar de ese vínculo societario, en nuestro país, la operación de la embotelladora es independiente.

La empresa produce ininterrumpidamente desde 1994 con más de 3.000 trabajadores y factura en promedio más de 10.000 millones de pesos anuales.

Con esos números, en el mercado local, se pudo consolidar como una de las veinte compañías que, prácticamente, deciden que comen y beben los argentinos y a qué precio.

Informes de la secretaría de comercio nacional y relevamientos privados indican que una veintena de empresas explican el 74% de las ventas en los supermercados y almacenes de cercanía en todo el país, de los cuales, el 5% de esa cifra, pertenece a Coca-Cola.

El riesgo para la compañía se encuentra en el corto plazo. La caída del consumo, de la producción y la devaluación constante de la moneda nacional, que le significa una merma de ingresos a la casa matriz, puede terminar convalidando cambios permanentes en el gusto de las familias argentinas que comienzan a llenar sus heladeras con segundas marcas de gaseosas.

es_ESSpanish