La profunda crisis de violencia armada que ha tomado por asalto a Ecuador en las últimas horas, y que se ha traducido en un caos generalizado que golpea especialmente a la provincia de Guayas, ha dejado un saldo extraoficial de al menos 10 personas fallecidas, varias heridas, otras secuestradas, incendios y estallidos de varios vehículos y decenas de detenidos.
Aunque la cifra total de fallecidos sigue siendo incierta, en horas de la noche del martes, miembros de la dirección de seguridad de la alcaldía de Guayaquil confirmaron la muerte de al menos ocho personas, varios heridos, vehículos y motocicletas incinerados, entre otros daños materiales.
Por su parte, medios locales reportan la muerte de al menos 10 personas, pero la cifra podría incrementarse a 13 víctimas, tras el reporte del estallido de un carro en la ciudad costera de Guayaquil, al centro sur del país, cerca de la medianoche del martes.
El testimonio de los ciudadanos argentinos
«Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos grupos terroristas», dijo Noboa a la radio Canela.
Mientras tanto, una pareja de argentinos se mantiene en alerta por la caótica situación que ocurre en Quito, capital ecuatoriana. Se trata de Juan y Tina, quienes hace cuatro años partieron desde nuestro país con el objetivo de llegar a Alaska, y aclararon en diálogo con TN desde la ciudad ecuatoriana: “Nos tenemos que quedar quietos y esperar”.
“Fue un día de desesperación porque empezaron a llegar las noticias y nos empezamos a asustar. La Policía nos pidió que nos fuéramos a un lugar más seguro porque se estaba poniendo complicada la cosa”, agregaron.
«La ciudad de Quito es un caos», advirtió la pareja argentina
Asimismo, la pareja argentina remarcó sobre la situación que se vive en el país: “Quito es un caos. Los militares están en las calles y ya tienen el control. Están advirtiendo que ante una confusión la primera posibilidad es la de un disparo. Las cosas no van a ser blandas. Estamos esperando que pase el primer toque de queda y qué recomendación nos dan desde la embajada argentina. Tal vez nos tengamos que mover a un pueblo más tranquilo”.