Trump monetiza su regreso al poder y usa una foto con Jill Biden

El nombre de Donald Trump es sinónimo de ventas desde hace décadas. Se muestra en la fachada de rascacielos, hoteles y clubes de golf, ahora también en perfumes, relojes, zapatos deportivos y hasta filetes de carne. El multimillonario no deja pasar una oportunidad de negocio al punto de convertir una fotografía que registra un momento de cordialidad junto a la primera dama Jill Biden durante la reapertura de la catedral de Notre Dame el pasado 7 de diciembre, en un anuncio de su nueva línea de fragancias. Lo hizo en su red social Truth Social con el siguiente mensaje: “¡Una fragancia a la que tus enemigos no podrán resistirse!”. La Casa Blanca sigue sin pronunciarse sobre lo que ha sido considerado como una práctica poco ética por parte del republicano.

Los perfumes en cuestión corresponden a su más reciente lanzamiento en el mercado, y reciben el peculiar nombre de Fight, Fight, Fight (Lucha, lucha, lucha), con sus respectivas versiones para hombre y mujer. Según la página web de las fragancias, “cada una de ellas simboliza la victoria y la fuerza”, y en palabras del propio presidente electo, se presentan como “un gran regalo” para la Navidad. Cada botella se vende por 199 dólares, y son marca registrada de su empresa CIC Ventures LLC. El sitio web también especifica que la tienda en línea no tiene nada que ver con ninguna campaña política.

Este 2024, se han lanzado un puñado de productos con el nombre del político, como sus tenis Trump Crypto President, a la venta por 299 dólares; la colonia Victorypor119 dólares (agotada en este momento); y los zapatos First Lady (en alusión a su esposa, Melania Trump), con un costo de 299 dólares. Ninguno de los productos admite devoluciones, y para la fecha se desconoce cuál ha sido el rendimiento, pero en la declaración financiera de 2023, Trump declaró que su empresa CIC Ventures LLC reportó ingresos de 4,5 millones de dólares por un libro publicado por la editorial conservadora Winning Team (de la que su hijo Donald Trump Jr. es copropietario).

El republicano no para de generar dividendos, pero también polémicas. Sus calzados deportivos no son made in America (fabricados en Estados Unidos), se producen en países conocidos por su producción a bajo costo, como China e India, y contradicen su discurso proteccionista del empleo y la producción estadounidense. Se conoce que los acuerdos comerciales de Trump con productores extranjeros para la fabricación de zapatos con su nombre se remontan al año 2010.

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