Diputados: No hubo quórum

La sesión especial convocada en la Cámara de Diputados para tratar el proyecto de democracia sindical, pautada para este martes a las 13, fracasó luego de que no se alcanzara el quórum necesario de 129 legisladores, y está en duda que vaya a lograrse el número en la sesión que buscará debatir el DNU de libre canje de deuda.

La sesión había sido impulsada por el diputado Martín Tetaz, de la Unión Cívica Radical (UCR). El proyecto pone límites a las reelecciones en los gremios, quita la obligatoriedad de la cuota solidaria y establece el cupo femenino en las organizaciones sindicales.

Cumplida la media hora de tolerancia establecida por el reglamento, solo había 111 legisladores en el recinto y 146 se encontraban ausentes. Entre los presentes había 32 diputado del PRO, 20 de la UCR, 12 de Democracia para Siempre, uno de Encuentro Federal, uno de Fuerzas del Cielo, tres del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), seis de la Coalición Cívica (CC) y 36 de La Libertad Avanza (LLA).

La UCR sabía que era difícil que se alcanzara el quórum ya que el dictamen no es reconocido por la mayoría de los bloques opositores. La semana pasada, cuando el proyecto se debatió en la Comisión de Legislación del Trabajo, solo 15 de los 31 diputados que participaron de la reunión firmaron el despacho. El presidente del bloque de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, se negó a suscribirlo.

De qué se trata la reforma sindical que buscaba debatir la oposición en Diputados

Este martes, se cayó la sesión para debatir la reforma sindical en Diputados, luego que la oposición no lograra el quórum. El proyecto Democracia Sindical fue impulsado por el diputado radical, Martín Tetaz. Durante la sesión especial, había 111 diputados presentes, 18 menos que los 129 necesarios para habilitar el tratamiento en el recinto.

La iniciativa elimina la reelección indefinida de los gremialistas, prohíbe la cuota solidaria, garantiza la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos de los sindicatos, obliga a presentar declaraciones juradas y fija medidas para “democratizar las obras sociales”.

Según el texto del proyecto, “los delegados a los órganos deliberativos obren con mandato de sus representados y les informen como mínimo en forma anual sobre la marcha de su gestión” y la “efectiva participación de todos los afiliados en la vida de la asociación, mediante la elección directa de los cuerpos directivos en los sindicatos locales y seccionales respetando la alternancia”. Además, el documento exige la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos cuando obtengan más de un 25% de afiliados, la transparencia en la gestión y el cumplimiento normativo.

En relación con los mandatos de los líderes sindicales y sus reelecciones, el dictamen establece que “no podrán excederse de cuatro años y sus miembros podrán ser reelegidos por un solo período consecutivo”. “Si han sido reelectos en igual cargo o de inferior jerarquía, no podrán ser elegidos nuevamente a ningún cargo electivo, sino con el intervalo de un período”, cierra.

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