El salario mínimo cayó un 28% en el último año

El salario mínimo se depreció un 28% en lo que va del año como consecuencia del fuerte aumento de la inflación y del alza de las tarifas, según consignó un estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. 

El trabajo indicó además que, en términos reales, el salario mínimo se ubica en valores inferiores al los de 2001. Entre noviembre de 2023 y octubre de este año, el salario mínimo real acumuló una caída de 28%. 

La tendencia decreciente previa, junto con la fuerte contracción de estos meses, posicionó el salario mínimo en un valor inferior al registrado en 2001, antes del colapso de la convertibilidad. Asimismo, esto implica una erosión de casi el 60% frente al valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.

El informe titulado «Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones» reveló que el poder adquisitivo del salario mínimo vital y móvil mostró un nuevo deterioro en octubre (1,3%) y añadió que esta evolución es la continuación de un proceso más extenso de merma del valor real del salario mínimo que se había iniciado en diciembre, cuando se contrajo un 15% de la mano de la aceleración inflacionaria, seguido por una caída aún mayor (17%) ya en enero de este año.

Esto se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes,  período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación y no se observaron reducciones adicionales. En junio se produjo una nueva caída (4,4%), .seguida por cierta recuperación en julio (4,3%) y por algunas reducciones consecutivas en los tres meses siguientes, indica el informe.

Cantidad de asalariados 

El estudio también profundizó en el número de trabajadores asalariados del sistema laboral local, que se mantiene estable a pesar de la caída del poder de compra de sus ingresos. En agosto (último dato disponible) se constataron cerca de 10.124.000l trabajadores asalariados registrados en la seguridad social en los sectores tanto público como privado y en las casas particulares, de acuerdo con los datos desestacionalizados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Entre enero y julio, las caídas mensuales del empleo asalariado formal presentaron una tendencia decreciente y el número de ocupados formales se mantuvo prácticamente sin cambios en agosto en términos absolutos.

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