La estrategia de «anemia económica» adoptada por Milei, aunque busca generar divisas a corto plazo, es insostenible y amenaza con un colapso social y económico si no se implementan cambios significativos en las políticas económicas, advierte un crudo informe de la CELAG.
«Javier Milei recibió una economía con el doble de reservas de las que tuvo Néstor Kirchner y las mismas proyecciones de bonanza proveniente del comercio exterior», consigna el último informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), el cual sostiene que a pesar de proyecciones comerciales alentadoras para 2024, el presidente eligió una política de «anemia económica», que implica un ajuste indiscriminado sobre toda la comunidad, «en lugar de optar por un enfoque productivista«.
Titulado «¿Cuánto necesita Milei que caiga la economía?», el documento plantea que a diferencia del camino productivista que eligió Néstor Kirchner, Milei optó por la estrategia de la anemia económica, que «es más que el clásico ajuste, porque se apoya más en el conjunto de la comunidad que en el ajuste fiscal y que tiene efectos estructurales difíciles de revertir».
En este sentido, «aunque Milei centra su discurso en la necesidad de ajustar al sector «anti-casta», este solo representa un tercio del esfuerzo, mientras que dos tercios de la carga recaen sobre la «comunidad», dispara el documento.
CELAG ejecutó una simulación de la demanda de dólares en función del tipo de cambio real y de diferentes escenarios de crecimiento económico, y concluyó que el modelo de Milei «no es compatible con el crecimiento«.
En rigor, indica que si la economía creciese al ritmo que prevé el presupuesto 2025, habría un colapso de divisas entre 2025 y 2026, dependiendo del escenario. Asimismo, indica que si la economía se mantuviera estancada en 2025 y 2026, el riesgo mejora, «pero no lo suficiente para que no exista un colapso por insuficiencia de divisas en 2025 o 2026«.
«Curiosamente, para que existiera un bajo riesgo de colapso, la economía tendría que experimentar una caída del 9% en 2025, seguida de otro descenso del 1% en 2026. En un escenario más optimista, podría haber un crecimiento modesto del 2,6% en 2025, pero con una caída del 6,9% en 2026″, indica el informe.
En este contexto, la opción por la anemia económica parece ser la única estrategia viable para Milei, aunque a costa de incrementar el riesgo de un colapso social y económico. «Esto plantea la pregunta: ¿qué tipo de colapso elegirá Milei?», se pregunta el centro de estudios.
La opción de la anemia económica
La elección de Milei por la anemia económica se hace evidente al comparar las circunstancias bajo las cuales asumió su mandato. Al inicio de su gestión, el saldo comercial proyectado para 2024 ofrecía una oportunidad de crecimiento que podría haberse canalizado a través de políticas menos recesivas.
«Sin embargo, Milei decidió seguir una receta de ajuste severo y deshumanizado. En su primera medida significativa, provocó una devaluación del peso de un 118,5%, una de las más drásticas de la historia argentina, contrastando con la política de Kirchner que, para sortear desafíos similares, optó por un enfoque más productivista y renegociaciones de deuda», asegura el documento.
Y agrega que el enfoque de Milei se basa en dos choques económicos simultáneos: «uno indiscriminado a la economía que busca reducir importaciones y generar divisas, y otro focalizado en el sector público que busca superávit fiscal«. Sin embargo, esta decisión refleja una preferencia clara por la anemia económica, «percibiéndola como la manera más eficiente de generar divisas a corto plazo».

